Cuántas veces han sentido miedo? Son
incontables los momentos que a lo largo de la vida sentimos esa sensación que a
veces estremece nuestro cuerpo, nuestros sentidos, que nos deja sin aliento…. Nos
encontramos perdidos, sin saber que camino tomar, porque sea cual sea el
motivo, nos sentimos acorralados e impotentes hasta tomar la decisión que puede
liberarnos o no de ese miedo que enloquece.
¿Y a que le tenemos miedo? A lo
desconocido, al peligro, a la maldad, a lo que nos pone inseguros, tensos, a lo
que genera angustia, a todo aquello que nos atemoriza, en ocasiones sentimos
¿miedo al amor? ¿miedo al ridículo? ¿miedo al miedo?.
Se dice que todo esta en la cabeza, que es
cuestión de decisión y que al miedo se lo enfrenta sea cual sea el problema, y
creo que es asì…… permanecer inmóvil o permitir que el miedo se apodere de
nosotros nos deja vulnerables, dispuestos a perder la batalla.
Quizás lo mejor y tomando las enseñanzas
de Siddharta Gautama; Buda, “cuando la mente esta perturbada, simplemente hay
que dejarla ser, darle tiempo, sola se asentará, no hay que hacer ningún
trabajo, ningún esfuerzo para apaciguarla.
Ocurrirá sin esfuerzo alguno”
Dejarla ser, dejar que nuestra mente se
apacigüe pero al mismo tiempo no dejar que ese miedo nos domine, hay que
dominarlo antes….
El miedo es una emoción primaria que habita
en nosotros siendo una respuesta o alerta ante el peligro, ¿es necesaria?
Probablemente si, sin miedo nos aventaríamos por el mundo sin medir consecuencias,
no aprenderíamos de los errores o de las decisiones equivocadas que nos
sumergieron en la incertidumbre e inseguridad, nos saldríamos del camino y
probablemente nos perderíamos con facilidad
sin temor alguno, seríamos imprudentes, quien sabe a quienes
perjudicaríamos con nuestros actos o palabras, sin embargo, en otro escenario el ser temerario nos liberaría,
nos daría seguridad para lograr nuestros objetivos, no tendríamos que pensar
tanto, ni sufrir….
Me ha pasado que en esas situaciones, en
el preciso momento de enfrentarlo, de enfrentar ese miedo, me inyecto fortaleza,
me acojo en la oración, me dejo caer en esa fuerza superior, por momentos me
siento una guerrera poderosa que enfrenta lo que sea sin importar las
consecuencias, a veces me funciona dejar de pensar tanto en el mañana y me
enfoco en el ahora… o a veces pienso en esa frase que dicen por ahí, “no hay
mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante”, no importa la forma de
enfrentarlo la cosa esta en hacerlo y no quedarse pasiva, lo he logrado, he dominado ese miedo que a veces irrumpe en
mi vida…
¿Y tú? ¿A qué le tienes miedo y cómo lo
enfrentas?
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